Participación de los padres en el proceso educativo de sus hijos en base a los principios de la Constitución
Resumen
A través de la participación del padre y la madre en el proceso educativo de
sus menores hijos e hijas, lo primero, básico y fundamental que requiere la llamada juventud estudiosa, es que tenga y se oriente al hábito del conocer, como un paso previo al estudio de los aspectos cognoscitivos y los métodos en el correcto aprendizaje, que vienen impartiendo el docente, fundamentalmente en el aula. Por extensión educativa, o a través de la responsabilidad social, el conocimiento puede hacerse extensivo fuera del aula.
En este caso, el profesor del futuro debe estar al tanto de las formas más exquisitas del conocer, que obviamente constituyen aspectos valederos e importantes, dentro referidos al proceso de la enseñanza, a partir de los cuales es posible encarar la selección y presentación de la materia, esto es la sesión de clase, que obviamente, a partir de ese hecho, requiere la elección de los métodos, técnicas y recursos auxiliares de la enseñanza.
En efecto, las formas más exquisitas del conocer, son entre otras, las siguientes: La intuición. Es el proceso de conocimiento directo de lo concreto, real y objetivo, que no apela a procedimientos racionales. Se trata precisamente de un proceso que tiende a producirse de manera instantánea, espontánea y no intencionada, es decir el estudiante no requiere seguir una secuencia lógica. Sería mejor aún -es nuestra intención llegar a ello-, cuando el educando desarrolle la intuición, y en ese proceso, tenga en consideración los lineamientos y principios constitucionales. Elaborar y ejecutar la intuición, no requiere esfuerzo aparente, debido a su carácter instintivo, y obviamente responde a un desarrollo superior, quizá en parte tiende contraponerse a la reflexión y la criticidad. Es un método orientado a la indagación de las múltiples actividades de la conciencia, y en simultáneo, tiene por objeto dar a conocer por la vía más directa, y el resultado de ese conocimiento adquirido es llamado por ello, intuitivo, donde las actividades que realizan, tienden a constituir el proceso intuitivo. Cuando el alumno intuye, diciendo, “el todo es mayor que las partes” o advierte, que “Lima es la capital del Perú”, ambas verdades descansan inexorablemente en una intuición, que obviamente es de tipo intelectual.
Siendo así es de señalar, que detrás de la intuición, sosteniéndola, están las
experiencias, los hechos, los conocimientos adquiridos y aprehendidos a
priori. Por ejemplo, si decimos, que la Constitución Política en vigencia, tiene la característica liberal o neoliberal, no solo intuimos, sino que estamos
diciendo la verdad, frente a los contenidos, en las que están insertadas.
El discurso. Es la estructura de ideas o representaciones, que en efecto son
productos de mediaciones socio-culturales, secuencias de acciones o
interacciones verbales, orales o escritas, audiovisuales, entre otras. Un
discurso es el texto que supone un hablante, que es el profesor que imparte la clase en el aula, guiados por los principios constitucionales, respecto a los
oyentes o consumidores de la clase impartida por el docente. Dentro de este tipo de texto, se incluyen -entre otros elementos-, los discursos orales que imparten los docentes, que obviamente son de todo tipo, llámese charla informal, entrevistas, discursos en el aula y los públicos; incluyen en
simultáneo los textos escritos, con la posibilidad de reproducir textos orales,
pueden ser, entre otros, correspondencias personales, diarios particulares, teatro, arte, y por extensión, todo tipo de textos o relatos, incorporados a otros mensajes icónicos, auditivos, digitales, que estarán en relación a la clase que desarrolla el profesor y tenga resonancia en los discentes.
Si el docente hace alusión al artículo 14º de la Constitución Política,
señalando: “La formación ética y cívica y la enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos son obligatorias en todo el proceso educativo civil o
militar. La educación religiosa se imparte con respeto a la libertad de las
conciencias”. En este tema, el profesor puede presentar como referencia,
mensajes auditivos, foros y otras formas, que tienden a hacer comprender con eficacia y eficiencia a los alumnos y participantes.
El análisis del discurso, no se ocupa sólo de las locuciones complejas que
formula el hablante, que obviamente recae en el docente, sino también, y
fundamentalmente, es la interacción entre dos o más interlocutores. El
discurso es más y mejor apreciado, cuando en forma permanente y continua,
se suscita la participación de alumnos, quienes tienen el deber de proponer
amplios debates entre ellos, sin perder ni dejar de mencionar, los principios
constitucionales, que en esta última fase, no siempre pueden estar asesorados y guiados por los docentes, siempre que hayan aprehendido y asimilado las clases, amalgamado, la intuición y el discurso.
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